jueves, 5 de septiembre de 2013

Ataques de pánico técnicas de relajacion

Ataques de pánico Técnicas de relajacion

Las técnicas de relajación pueden ser provistas efectivamente en muchas maneras diferentes. 

La persona primero debe relajar sus hombros al sentir el comienzo del ataque de pánico. Si nota tensión en el cuello, debe aprender cómo reducirla. Finalmente, relajar el resto de los músculos del cuerpo es la meta para conseguir una relajación corporal completa. 

Un paso clave en las técnicas de relajación es disminuir la respiración de la persona, lo que resultará en la reducción de su ritmo cardíaco.

Los ataques de pánico a menudo son acompañados de un ritmo cardiaco elevado y, como resultado, un patrón de respiración incrementado, lo que en casos extremos puede llevar a hiperventilación, que es cuando el individuo recibe demasiado oxígeno. 

Respirando profunda y lentamente, en aspiraciones controladas, la persona puede disminuir su respiración. Utilizando las técnicas de respiración diafragmática o circular, los pulmones y el diafragma pueden ayudar a reducir significativamente el estrés y la ansiedad y, al mismo tiempo, a reducir el ritmo de respiración y el ritmo cardíaco. 

Estas técnicas a menudo son utilizadas durante la meditación o la hipnosis para relajar a una persona. La clave está en que la persona recuerde que no está volviéndose loca, y que no está a punto de morir. Son los temores los que exacerban un ataque de pánico.

Los ataques de pánico pueden desarrollar un trastorno de pánico, causado por ansiedad y anticipación. En muchas formas en las que las personas exhiben su ansiedad por medio de trastornos de pánico. 

Por ejemplo, en el trastorno de estrés postraumático es muy normal de observar en una persona que ha experimentado un evento muy traumático como la muerte de un ser querido, o una separación o divorcio, un abuso físico, un ataque, un accidente, o haber sido testigo de un incidente traumático.

El médico puede también diagnosticar a la persona como enferma de TOC (trastorno obsesivo compulsivo). Esta forma particular de trastorno de ansiedad está predominantemente asociada con la tenencia de pensamientos indeseados o de obsesiones que una persona no puede eliminar de su pensamiento diario, la cual acecha en su mente. 

El momento de ir a dormir puede ser a menudo un mal momento, ya que no hay actividades físicas u otras que ocupan el cuerpo y la mente. La persona puede entonces obsesionarse con compulsiones que los llevan a realizar tareas repetidas, comportamientos, o rutinas para poder aliviar esa ansiedad.

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